Home Staging es un término inglés cuya traducción literal es puesta en escena de la casa. Está dirigido a todo tipo de inmueble, en venta o alquiler, tanto si están amueblados como vacíos.
El objetivo de aplicar esta técnica es “darle un lavado de cara” a la vivienda, realzar sus puntos fuertes y minimizar los puntos débiles. Queremos darle un aspecto visualmente más atractivo y sacar el mejor partido posible para conseguir destacarla de la competencia; de este modo conseguiremos que se venda o alquile lo más rápido posible y al mejor precio. Para conseguirlo es fundamental:
- Limpiar y reparar los defectos que puedan distraer a los posibles compradores: ventanas que no cierran, radiadores que gotean, cables a la vista… No se trata de esconder los defectos, sino de arreglarlos.
- Despersonalizar el espacio convirtiendo la vivienda en un sitio neutro y acogedor en el que los futuros compradores o inquilinos se sientan cómodos y puedan imaginarse viviendo en esa casa.
- Armonizar y despejar, eliminar aquellos objetos que distraigan o invadan espacios innecesariamente. Buscamos espacios neutros. Haremos especial hincapié en optimizar la iluminación de las estancias. Cuanto más confortable resulte la vivienda más rápido conseguiremos venderla o alquilarla.
Cuando aplicamos Home Staging a una vivienda conseguimos fotografías y reportajes más atractivos, incrementamos el número de visitantes, la primera impresión mejora notablemente, el futuro ocupante reduce su propensión negociadora respecto al precio de la vivienda pues lo que se pide es lo que vale y reducimos el tiempo de venta o alquiler con el consiguiente ahorro para el propietario.